

El Corazón
de la mujer
¿Por qué las mujeres
deberían prestar
atención al cuidado
de su corazón?

Culturalmente se sigue creyendo que la primera causa de muerte o la enfermedad prevalente en la mujer está ligada a temas ginecológicos, como el cáncer de mama, por ello es habitual que concurra anualmente a sus controles ginecológicos, pero no así a un control cardiológico o chequeo con un médico general.
Sin embargo, la principal causa de muerte en mujeres es la enfermedad cardiovascular, provocando 1 de cada 3 fallecimientos (9).
La mujer actual tiene diferentes roles en su día a día, en muchos casos es responsable de llevar adelante su familia, tanto desde el punto de vista económico como afectivo, se ocupa de sus hijos y/o sus padres y también de su desarrollo profesional entre otras tantas tareas. Estas múltiples responsabilidades hacen que frecuentemente estén muy ocupadas para priorizar su salud.

¿Cuáles son los factores
de riesgo específicos
de las mujeres?
La mujer se ve afectada por los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales pero también por los específicos asociados con su género, como(11)(12)(13):
Tradicionales

Hipertensión arterial

Tabaquismo

Diabetes

Sedentarismo

Dieta no saludable

Sobrepeso

Síndrome metabólico
Específicos

Menopausia normal y precoz

Uso de terapia hormonal

Diabetes gestacional

Parto prematuro

Tener un recién nacido bajo de peso
Tras la menopausia la mujer es más vulnerable a incrementar sus factores de riesgo cardiovascular como los valores de colesterol, los niveles de glucemia, sobrepeso u obesidad, hipertensión arterial entre otros. También debemos tener en cuenta los antecedentes familiares, educación y su estilo de vida(11)(12)(13).
¿Cómo se diferencian
los síntomas entre
mujeres y hombres?


- Algunas mujeres presentan síntomas más sutiles o que podrían asociarse a otras condiciones, como el reflujo ácido.
- Son más propensas a sentir una opresión o dolor inespecífico en el centro del pecho. La duración puede ser de unos minutos o ser intermitente.
- Dolor de espalda o mandíbula.
- Problemas para respirar.
- Náuseas, vómitos, mareo o sudor frío.
- Desvanecimiento o fatiga inusual.